Jóvenes, Instagram, violencias machistas y alcohol: pre(inter)vención desde el Trabajo Social

Resumen

Introducción. La literatura especializada ha llamado la atención sobre las dinámicas juveniles que se producen en entornos digitales, destacando la transferencia de las interacciones tradicionales de ocio juvenil realizadas fuera de línea a nuevos espacios relacionales. Entre estas prácticas destacan dos principales: la reproducción de la violencia de género a través de medios digitales y el uso de redes sociales vinculadas al consumo de alcohol. A partir de este desarrollo teórico, el estudio de la confluencia de estas dos problemáticas está emergiendo como un nuevo campo de investigación. Este artículo presenta parte de los resultados de un proyecto de investigación llevado a cabo con jóvenes de diferentes localidades españolas en el que se aborda la interrelación entre estos dos temas, aún poco investigada. El objetivo es analizar la comunicación juvenil en redes sociales, como Instagram, para entender cómo se relaciona con el uso y abuso del alcohol y su papel en comportamientos violentos. El propósito final es proponer estrategias de intervención contra la violencia de género en entornos digitales donde la población joven pasa gran parte de su tiempo de ocio, que implican el uso constante de redes sociales y, frecuentemente, el consumo de alcohol u otras drogas. Metodología. La investigación se llevó a cabo a través de 38 entrevistas en profundidad y 13 grupos focales, con un total de 118 participantes de 12 Comunidades Autónomas. La selección de la muestra se centró en individuos de 15 a 24 años, con perfiles activos en la red social Instagram y que consumían alcohol (de forma ocasional a intensiva). Resultados. Los testimonios analizados revelan tres repertorios discursivos que demuestran la relación entre la violencia sexista y la proyección de la masculinidad en espacios digitales. Simultáneamente, identificamos una serie de estrategias de respuesta individuales y colectivas a dicho comportamiento, mostrando tanto la agencia juvenil como la versatilidad que ofrecen las redes sociales para abordar problemas asociados con un uso indebido y/o problemático. Discusión. Los resultados destacan la violencia multinivel que enfrentan las jóvenes diariamente en el espacio virtual y su vulnerabilidad ante el comportamiento agresivo de los chicos, en consonancia con investigaciones previas. Estos riesgos específicos de género revelan la doble paradoja de la “red”, ya que no está ni deslocalizada ni reticulada. Estos hallazgos abren un espacio para la intervención social desde una perspectiva preventiva, trabajando con las y los jóvenes en torno a tres ejes: consumo de alcohol y otras drogas, redes sociales y violencia de género. Conclusiones. El Trabajo Social proporciona herramientas teóricas y metodológicas para actuar sobre esta problemática a través de equipos multidisciplinarios que aborden la alfabetización mediática y la sociabilidad relacional juvenil desde una perspectiva de género e interseccional.